La violencia sistemática contra los animales, ejecutada en su mayoría por conglomerados económicos enormes y poderosos, es una situación normalizada e invisibilizada de tal manera que a la mayoría de las personas ni se les ocurre cuestionar cúales son los procesos que se requieren para fabricar los productos de origen animal, omnipresentes en el mercado, o si esa producción realmente es necesaria. Tampoco es usual que alguien se pregunte si es aceptable que los animales sean usados para experimentos, entretenimiento y demás. Quienes utilizan los cuerpos de los animales como recursos, medios de producción y mercancía, tienen a su favor que en nuestra cultura son comunes la adicción a la comida de origen animal que el mercadeo estimula conscientemente, y los apegos emocionales a las sensaciones que genera dicha comida. A estas ventajas se suma que generalmente tanto los textos religiosos y la pseudociencia suelen justificar la dominación y explotación a los animales desde el pensamiento mágico. Las industrias de explotación a los animales además cuentan con un poder económico descomunal que les permite moldear leyes, influir en medios de comunicación de gran alcance, e invertir billones de dólares en publicidad, piezas editoriales y campañas de manipulación en redes sociales para promover el consumo de sus productos e invisibilizar la violencia que ejecutan. Adicionalmente la cultura dominante y el sistema educativo no nos preparan para ejercer nuestro derecho y deber de pensar críticamente, por lo que unos actos de violencia que indignarían a cualquier persona con un mínimo de empatía, pasan desapercibidos o son justificados por la mayoría que repite sin mayor análisis, lugares comunes y propaganda. Es necesario visibilizar la situación de los animales en condición de explotación, y develar los engaños que normalizan a unas industrias crueles, abusivas e innecesarias. Consideramos que la única manera válida de hacerlo es recopilar y compartir conocimiento lo más honesta y rigurosamente que podamos, con suficiente profundidad al menos como para una introducción adecuada, y desde una solidaridad con las personas humanas víctimas de explotación, que empieza desde el conocimiento del sistema y sus realidades. No consideramos aceptable ni estratégicamente razonable la glorificación de la misantropía, la promoción de las narrativas del capitalismo stakeholder, o la instrumentalización de la liberación animal para desvirtuar las luchas justas de la clase trabajadora, aunque tampoco podemos garantizar que no se presenten conflictos con movimientos sociales hostiles a la liberación animal, ni tenemos porque evitar tocar temas incómodos para evitar herir suceptibilidades. Publicamos lecciones sobre nutrición a base de plantas, las características de los animales víctimas de explotación, y las prácticas estándar que siguen quienes les explotan, además artículos y recetas veganas. También programamos eventos en Medellín, y eventualmente nos gustaría realizar acciones políticas para avanzar hacia un sistema de alimentación a base de plantas y la liberación animal. En este proyecto evitamos legitimar y promover el uso de plataformas de grandes conglomerados empresariales de Silicon Valley, debido a que nos oponemos a sus modelos de negocio y prácticas inescrupulosas. Tratamos de no cambiar derechos por conveniencia. Esperamos que el contenido sea útil y agradecemos la atención.